jueves, 11 de diciembre de 2008

Curriculum vitae 1ª parte. Infancia y adolecer.



Dear Friends: (así empiezo cuando mando algo a E.E.U.U.)
me apetece compartir con vosotros un poco de quien fui y soy yo, una especie de curriculum vitae, por supuesto omitiré detalles íntimos si es que los tengo.
Nací en 1976 en una familia de lo más diversa, con gente farandulesca y llena de patologías mentales. Parece que esto influyó en que con 7 años me adentrara en el mundo de la anatomía y del movimiento, algo que me abrió muchas puertas a conocer personas y personajillos de diversa índole y clase social.
La educación católica, apostólica y romana que recibí desde los 5 a los 18 años en la orden de Torquemada me marcó lo suficiente. Gracias a Dios soy ateo (como dijo mi adorado Luis Buñuel, el demonio maldiga su estirpe), y todo porque las enseñanzas entraron con tanta sangre que decidí cuagular y separarme de estas creencias. Ahora me doy cuenta del porqué. Ellos tan interesados por el "de dónde venimos" y "a dónde vamos", sobretodo después de la desintegración de la materia. Yo mientras tanto aqui estoy, que voy y vengo y por el camino me entretengo, muy del fluir y muy del TAO, que no defino porque sino pierde su esencia.
Estoy muy agradecido a todas las dudas que solventaron, entre otras cosas no tuve dudas sobre mi sexualidad, en cuarto de E.G.B., es decir con 9 años, un hermano llamado Fermín, lleno de verrugas, realmente desagradable, inncorrupto como el brazo de Santa Teresa (a la cual le proceso una gran admiración por sus escritos y por ser pinonera en las parafilias hechas públicas), me sacó del armario en un público lleno de niños crueles que no entienden todavía que lo único que nos hace iguales a todos es que somos diferentes. Avidos de carnaza arrojaron contra mi todo tipo de, no se como llamarlo. No entendía nada, yo que era un niño super especial en mi casa, creativo, con los zapatos limpios y mi pantalón azul de mil rayas, de repente era un ser sucio y repelente. Decidí que ante la adversidad lo mejor en descartar, y descarte al mayor porcentaje.

Cuando pasaron los años, y yo, volvía de las vacaciones con mil experiencias sexuales, sabiendo de cosas nunca vistas entre los muros de aquel colegio,colegio mayor, convento y torre de Babel, algunas almas curiosas se acercaron, que pena, estaban ya descartadas, derecho de admisión.

¿Qué más aprendí?, a discutir, a debatir, a poner al cura contra las cuerdas, daba igual cómo, todo valía, al fin y al cabo ellos también o hacían. Como aquella vez que el director me dijo que "entre la ciencia y la religión había un gran paso", nunca me explico si el paso era un tendù, un jetè o un fondù.
Una de las anecdotas más divertidas fue cuando aquel padre que llevaba siempre unas sandalias espartanas y un rolex, comentó en clase que él ya sabía quien iba a ser homosexual en la clase...y que claro está el que comentará eso de: "mira ese, lo que parece", iba a ser el siguiente en caer en el pecado de Sodoma (no se porqué no se dice el de Gomorra, a mi me gustaría ser gomorrita). Levanté la mano disparado, y le dije que si él lo sabía, él iba a ser el siguiente...a los pocos días, y esto que voy a decir es totalmente cierto, en calse de latín, se le cayeron las piernas al Cristo que estaba colgado en la pared...palabra de honor que es cierto.

Años después, esto que voy a decir lo retomaré, en una época casquibana y compleja me asaltaron las dudas...pensé: ¿y si resulta que me gustan las mujeres?. Pues sí, me gustan, nunca he sido genital, con lo cual, me gustan, solo que no las soporto. Me encanta el vello, un torso bonito, pero unas mamas redonditas, y unas nalgas frescas de mujer son un delikatessen.
El caso es que me despisté y probé el polen de las orquídeas, el único problema es que ese polen lo tienen las mujeres, y no soy ni bífilo, ni heterófilo, soy homófilo, prefiero la compañía masculina, aunque ultimamente estoy empezando a dudar, el hombre con el que mejor me entiendo soy yo.

1 comentario:

Merlín Púrpura dijo...

Hola.
Yo no soy hetero, ni bi, ni homo ni pan, ni pseudo... ¡SOY SEXUAL!
Y si yo te contara historias de sacristías y conventos... Y aquella curiosa coincidencia de que el curso escolar no alcanzara para llegar a las lecciones el aparato reproductor... A ratos pienso que quienes estudiamos en colegio privados de religiosos caminamos y pensamos de milagro. Afortunadamente nos queda un poco (o un mucho) de inteligencia racional para analizar y quitar la paja de la verdadera semilla.
Genial tu post.
Abrazos mágicos y púrpuras.