domingo, 30 de noviembre de 2008

Flexibilidad mental y física


Me encuentro a menudo con el problema de la rigidez. En una sociedad donde supuestamente hacemos alarde de vivir en libertad, hemos superado cabezas tapadas, la culpa, el miedo a reprimendas divinas y humanas, ya no se nos quema por herejía ni nos fustigan por comportamientos "perversos" o "blasfemos". Quizás algunos no hemos terminado de adaptarnos a la expansión de los límites de nuestra libertad y perdidos, sin que nadie nos diga lo que está bien y lo que está mal, damos tumbos buscando todavía en lo obscuro e indeterminado como bueno o malo. El morbo, de la raíz latina "morbus", semejante a "mors", de donde viene otra palabra que nadie relaciona cuando dice la primera, es según la RAE: "alteración de la salud", "interés malsano por personas o cosas" y "atracción hacia acontecimientos desagradables". ¿Porqué aparece esta palabra tan a menudo en las llamadas de clientes potenciales?, ¿quién demonios ha deformado el significado?. Supongo que leyendo la definición nadie usaría la expresión : "¿hay morbo en tu masaje?". Resulta desagradable oírlo conociendo su verdadero significado. Sobre todo cuando como profesional le doy una y mil vueltas a cómo hacer una sesión y estructura de masaje cada vez más placentera, desinhibida y saludable.
No se que hay de enfermo o desagradable en tomar un masaje, terapéutico, es decir, que combate el morbo=enfermedad, donde mi aspecto tiene que ser agradable, es decir que no existe el interés malsano y erotizante, es decir que no es ningún acontecimiento desagradable.
Con todo esto en la cabeza, no es de extrañar que tenga que lidiar con cuerpos que no sólo están tensos por el sillon de la oficina, el ratón del ordenador o el jefe dictatorial. Un cuerpo que enmascara el deseo o la inhibición es como un trozo de mármol de Carrara.
Cualquier tipo de meditación, o incluso técnica de placer como el Kama Sutra, Ananga Ranga o El jardín perfumado, precisa de esa libertad física y distensión. Así, se escucha siempre el comentario, "para hacer eso hace falta ser contorsionista". Obvio que una persona de 50 años no tiene la flexibilidad de una de 25, pero curiosamente, ésta última, en su afán por gustar, pasa horas en el gimnasio para aumentar la cantidad de masa muscular, pero que su cálida calidad deja mucho que desear.
Busca las razones para darte un masaje....quizás parte de la verdad reside en que los médicos en china cobran cuando los pacientes están sanos, y dejan de hacerlo en el momento que enferman, aún pidiendo esta reflexión, de vez en cuando daré alguna pista para mejorar tu forma de recibir un masaje, y que cada vez sea más placentera.
Un saludo amigos.

1 comentario:

Merlín Púrpura dijo...

¿Dónde está el morbo?
¿En quien da el masaje, en quien lo recibe, o en la mente antes que en los genitales?
Prefiero el erotismo, la sensualidad, el placer sensorial a todo nivel...el dar y recibir en un acto de comunicación entre dos (y a veces más) seres humanos.
Abrazos mágicos y púrpuras